Christina, alias "Lady Chris", nació en una familia noble y fue tratada prácticamente como un niño durante su infancia. Ahora, convertida en una joven apuesto, Chris no solo es capitana de la guardia imperial, sino que protege personalmente al príncipe Leonardo, quien ha sido un querido amigo desde la infancia. Cuando su padre, el rey, le exige que encuentre una chica adecuada para casarse, Leo insiste en que ya ha encontrado una: ¡Chris! Chris se sorprende, pero cree que Leo no la ama así de verdad; probablemente sea solo una estratagema para contentar al rey. Chris decide seguirle el juego, pero a medida que la farsa continúa, empieza a preguntarse si su amigo principesco se ha enamorado de ella.